BIBLIOGRAFÍA:
J. Guerrero Lobillo, Antonio María Esquivel, Instituto Diego Velázquez de Sevilla y Madrid del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1957, pág. 55, lám. 16 (ilustrada b/n).

Son escasos los ejemplos conservados de las miniaturas firmadas y fechadas de Antonio María Esquivel, donde el pintor buscará en esta técnica un gusto y libertad para expresar mejor sus sentimientos más íntimos y acercarse al mundo infantil que tanto le fascinó y alcanzó sus mayores logros artísticos.
Pintada en 1835, antes de sufrir su ceguera y después de haber perfeccionado su técnica en este arte en Madrid durante los años 30. Destacamos la calidad de esta miniatura. Sobre un fondo neutro en penumbra destaca la individualidad de la retratada con fina ejecución y corrección del dibujo. Es indudable el profundo realismo que transmite y la intimidad de la retratada cuyo rostro de expresión taciturna y mirada franca con los ojos dirigidos al espectador, queda ensalzado por el rico rojo del pañuelo y la peineta resuelta con gran maestría que porta.