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MODESTO URGEL INGLADA
"Atardecer rojizo"
Firmado: en el ángulo inferior derecho
Óleo sobre lienzo

22 x 31 cm | 37 x 46 cm (con marco)

 

Estimación 2000€ 



URGELL INGLADA, Modesto Barcelona 1839 - 1919 - En su mocedad, decidió dedicarse a la pintura con el beneplácito paterno. Cursó en la Escuela de la Lonja bajo la dirección de Marti y Alsina. Compañeros y amigos suyos fueron los pintores Vayreda, Masriera, Simón Gómez , Pellicer, Padró etc. Marchó a París, donde residió varias temporadas y trabó gran amistad con el pintor Coubert, por aquel entonces creador del realismo. Residió también en Madrid, Olot, Tarragona y Gerona; donde alrededor de ésta ciudad, captó un sinnúmero de temas pictóricos. Destacó como ilustrador y fue un gran dibujante; en sus ilustraciones firmaba con el seudónimo “Katúfol”.   Fue en 1867 cuando expuso su famosa tela “que solos se quedan los muertos” Una simple tapia, con la entrada de un cementerio rural, bajo la luz mortecina del crepúsculo, que traducía con sencilla elocuencia, la quietud impresionante del lugar y un silencio triste y meditativo. Su éxito fue enorme, y desde aquel momento el artista había dado con su leitmotiv, pues en adelante multiplicó el asunto sin modificar siquiera los títulos de sus cuadros, trasladando a los lienzos (que muchas veces pintaba en su taller) una excelente técnica pictórica de impresionantes ambientes de melancolía y tristeza, ocasos, cementerios de aldea al atardecer y marinas brumosas.   Con su paleta robusta, de cuando en cuando pintaba alguna que otra tela de tema y factura más alegre y optimista de las que en él eran habituales. Pintura la suya de tema romántico, pero de un romanticismo puramente externo y literario, en contradicción con su técnica. Desde 1867 hasta un año antes de de fallecimiento concurrió a cuantas exposiciones artísticas se celebraron en Barcelona, Madrid, Zaragoza, París, Munich, Bruselas, Berlín, Filadelfia, Chicago etc. y en casi todas ellas fue distinguido con medalla de oro.   Obras suyas figuran en innumerables museos, galerías y salones de España, Europa y América, pues pintó telas a centenares y siempre se le consideró un excelente dibujante. En Barcelona ejerció durante muchos años el profesorado en la Escuela Provincial de Bellas Artes. Apasionado siempre por el teatro, se reveló a sus sesenta años como excelente comediógrafo.   Escribió varias obras, entre las cuales “Llumy dels ulls, aprop del cor”, escrita en sólo veinticuatro horas, que tuvo gran éxito cuando en 1901 fue estrenado en el teatro principal de Barcelona 

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