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SUBASTAS GALILEO

C/ Donoso Cortés, 38. 28015 - Madrid, España

312

Destacado 312

GOYA Y LUCIENTES, FRANCISCO DE (1746-1828)
Motín de Esquilache.
Técnica mixta sobre alabastro, de 19,5x31,80 cm. Firmada. Permiso de exportación concedido, pendiente de renovación.
 
Propietario: Herederos de Dña. Nieves Fernández Vallín y Bustillo (Gijón 1838-1930), hija del ilustre jovellanista Exmo. D. Alonso Fernández-Vallin (Gijón 1798 -1884), director del Real Instituto Jovellanos de Gijón.

Historial: El Exmo. Sr. D. Alonso Fernández-Vallin (Gijón 1798 -1884), conjuntamente con sus hijos Don Acisclo Fernández Vallín Bustillo (1825-1896) (también Director Instituto Jovellanos) y Dña. Nieves Fernández Vallín y Bustillo (1838-1930), administraron y custodiaron en el Instituto de Jovellanos de Gijón, una importante colección de más de 800 obras provenientes de la colección privada de Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), se trataba de una importante colección de cuadros pequeños, estampas y dibujos de su palacete de Gijón que pasaron a su fallecimiento al heredero del mayorazgo de Jovellanos su sobrino D. Baltasar González de Cienfuegos Jovellanos 1760-1826 y por deseo suyo al Instituto Jovellanos (Gijón), inicialmente en el Instituto de Jovellanos fueron custodiados por el historiador, coleccionista y crítico de arte ilustrado español D. Juan Agustín Ceán Bermúdez (1749-1829).


Tras el fallecimiento en 1896 de D. Acisclo Fernández Vallín dejó un importante legado de obras de arte al Museo del Prado, Correspondientes a cinco lienzos del siglo XVII [P3748]- [P5490]-[P5816]-[P5256]y[P5505] y a 22 obras de Francisco de Goya y Lucientes, inventariadas bajo [P3749-P3753, P3843-P3848, P3971-P3972 y P4090-P4091] y 7 platos decorados [O121-O127].


Estas obras de Francisco de Goya legadas por D. Acisclo Fernández Vallín en 1896 al Museo del Prado a su ingreso en el año 1903 fueron declaradas Imitaciones y al día de hoy sus descendientes no han conseguido la revisión de ese presumible error.

Hay que hacer mención de la obra Inmaculada Concepción (boceto) 1784 Museo Nacional del Prado, Madrid, España Inventario 78 (PO3260), obra unánimemente reconocida, ya que el mismo Goya regaló este boceto a Gaspar Melchor de Jovellanos antes del año 1800. Posteriormente en la colección particular de D. Alonso Fernández Vallín, que pasó por herencia a su hijo, D. Acisclo Fernández Vallín y más tarde regalado en fecha indeterminada a su discípulo del que fue preceptor.

Adquirida por el Estado a su propietario, con destino al Museo del Prado, en 1891, por Real Orden firmada por el Ministerio de Fomento. Se explicaba que la Reina Regente autorizaba la compra del boceto en 3.000 pesetas.


Desde su ingreso en el año 1891 se guardó entonces en los almacenes, del Museo del Prado, al igual que ha sucedido con las 22 obras de Francisco de Goya legadas en 1896 por D. Acisclo Fernández Vallín y Bustillo, por considerarse de autoría anónima, hasta que en 1977 el entonces director del Museo del Prado D. Xavier de Salas publicó la obra defendiendo la autoría de Goya y desde entonces expuesta al público en el Museo del Prado.


Por otra parte, en el año 2013 publicado en los Cuadernos de arte de la Universidad de Granada, ISSN 0210-962X, Nº44, 2013, págs. 145-170, por parte del historiador D. Luis Rodrigo Rodríguez Simón en una obra de soporte de alabastro “Maja y celestina”, se realiza su atribución al catálogo de Francisco de Goya y Lucientes. Esta obra sobre soporte de alabastro tiene las mismas características técnicas que las legadas a Museo del Prado y proviene según se hace constar en dicha publicación de la colección de D. Acisclo Fernández Vallín, esta pintura fue adquirida en 1932 por la familia de sus actuales propietarios, a los que ha llegado por herencia, y que se había mantenido inédita hasta que se dio a conocer por medio de una comunicación en el Congreso Internacional de Patrimonio y Expresión Gráfica (CIPEG) celebrado en Granada en noviembre de 2008.


CONCLUSIONES DEL ESTUDIO TECNICO


El estudio técnico demuestra que para la ejecución de la obra se ha partido de un dibujo previo realizado directamente sobre el soporte, que sirve de guía para la disposición de los distintos elementos, pero que, además, se incorpora convenientemente a los efectos de la pintura vista.


La capa de pintura es muy fina, (±) 8 µm de espesor máximo, aplicada directamente sobre el soporte de alabastro en forma de aguada con pinceladas muy diluidas.


La paleta de colores es muy reducida, sólo se ha identificado el pigmento carbón vegetal y negro de huesos, algunas de las zonas de luces se ha aprovechado el color del propio soporte, aunque correspondientes a detalles de las luces se han aplicado con pinceladas del pigmento blanco de albayalde, también cabe destacar la presencia del pigmento verde de cobre (cardenillo), aunque dicho pigmento debió ser incorporado solamente como secativo del aglutinante utilizado en la obra, el aceite de nueces.


Otra particularidad de esta obra es la presencia integrada en los pigmentos de partículas de oro de gran pureza cerca de 23 quilates, cuya composición exacta es: Oro “93,53%-(Au)”- Plata - “4,00%-(Ag)” y Cobre “2,47 %-(Cu)”. El estudio de estas partículas demuestra que se encuentran integradas en las capas de pintura, pudieran corresponder a residuos de oro en polvo provenientes de la contaminación del pincel con el que fue aplicada la pintura negra.
 
La documentación se encuentra disponible en nuestra Sala, a petición del interesado.

 

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