PROCEDENCIA:
French & Company Inc., Nueva York.
Galería Juana Mordó, Madrid (etiqueta en el reverso).
Colección particular.

EXPOSICIONES:
Nueva York, French & Company Inc, "José Guerrero", 17 de octubre - 12 de noviembre de 1970.
Madrid, Sala de las Alhajas, Fundación Caja Madrid, "El grupo de Cuenca", 6 de febrero - 6 de abril de 1997.

BIBLIOGRAFÍA:
"Crucible", Atlantic Christian Collage, Wilson, N.C., otoño, núm.1, vol.7, 1970, rep.b/n, p.24.
Alfonso de la Torre, "¿Pero hubo alguna vez un grupo de cuenca?", com.pág.64, rep.col.pág.297, en Alfonso de la Torre, Juan Manuel Bonet, "El grupo de Cuenca", Fundación Caja Madrid, Madrid, 1997.
Yolanda Romero, Inés Vallejo y la colaboración de Francisco Baena, “José Guerrero. Catálogo Razonado, 1970-1991, Vol. 2”, Madrid 2007, rep.col.pág.654, cat.nº.562.
 
A partir de 1970, resultado de su búsqueda de una obra más estructurada y con formas más concretas, José Guerrero crea su famosa serie conocida como Fosforescencias. Imágenes que construye a partir de la forma de un objeto cotidiano: las cajitas de cerillas planas.

El artista solía contar que la idea surgió durante un vuelo desde Nueva York a Estocolmo mientras jugueteaba con una caja de cerillas. Se fijó que las cerillas se estructuraban en perfectas líneas paralelas y que juntas formaban modelos ordenados y rítmicos. Tal como Jasper Johns hizo en 1954 con la bandera de Estados Unidos, Guerrero utilizó esa estructura geométrica de la caja de cerillas como pretexto para crear unos espacios donde poder contener y ordenar sus campos de color.

Además, eso le permitió ahondar en su investigación sobre la vibración de las superficies cromáticas, la tensión de los límites y su intensidad lumínica: “Con las fosforescencias lo que hice fue crear grandes espacios, así que las zonas de color eran mucho más grandes y pude emplear tonos más puros y acentuar la vibración en ellos… Estaban pintadas con una alegría enorme… eran un descubrimiento todos los días, trabajaba en todas partes, en las esquinas, en los laterales, en el centro, y ya empezaron a salir estos espacios anchos y tranquilos que me intrigan cada vez más”.

Pintado y expuesto en Nueva York en 1970, “Yellows contained” es una de las primeras y más representativas obras de la serie Fosforescencias, que tanto éxito y reconocimiento le dio a José Guerrero en la década de los 70.

La forma primigenia de la cajita de cerillas se transforma en una especie de bosque de altas columnas ocre rematadas por capiteles circulares negros. El perfecto orden de estas columnas se rompe por una de ellas que cae de lado y dota a la composición de mayor ritmo y movimiento por el uso de líneas diagonales cruzándose con líneas verticales. En la parte superior, los capiteles circulares negros forman una sucesión de arcos que quedan encajados dentro de una masa de color violeta que también se extiende por las líneas de la composición cambiando de tonalidad. Como es habitual en la obra de Guerrero, estas masas de color no son puras, sino que se componen de muchas pinceladas de diversos tonos dentro de la gama cromática principal, lo que las proporciona de una extraordinaria riqueza.

Fuera de esta zona central, una gran masa de color amarillo claro busca sin éxito inundar el bosque de columnas. Se lo impide las líneas, parte blancas parte violetas, que lo bordean y hacen de frontera y límite. Así, como nos dice el título de la obra, los amarillos están contenidos dentro de su zona incapacitados para desbordarse, pero creando cierta tensión y vibración en los bordes.

Las Fosforescencias se exhibieron, además de en Nueva York, en la exposición internacional de arte moderno, ROSC’71, The poetry of vision, Dublín, y recibieron muy buenas críticas, entre ellas la de Clement Greenberg, que comentó que estas obras “dicen algo claro y personal”. También se exhibió un conjunto de estas obras en la Galería Juana Mordó de Madrid entre 1971 y 1972, provocando un fuerte impacto entre aquellos jóvenes artistas que querían renovar la pintura y que tomaron a José Guerrero como su indiscutible maestro.