Según las crónicas la batalla de Clavijo tendría lugar a partir de la negativa de Ramiro I de Austrias a seguir pagando los tributos a los emires árabes, con especial incidencia en el tributo de las cien Doncellas. Las tropas cristianas dirigidas por Ramiro I lucharían contra los musulmanes con Abderramán II al mando. Al llegar a Nájera y Albelda, los cristianos se vieron rodeados de un numeroso ejército árabe, teniéndose que refugiar en el castillo de Clavijo en el Monte Laturce. Ramiro I tuvo un sueño en el que aparecía el Apóstol Santiago, asegurando su presencia en la batalla y la victoria. Siguiendo la crónica, al día siguiente el ejército de Ramiro I animados por la presencia del Apóstol, montado en un corcel blanco vendieron a sus oponentes.
 
Esteban March, fue un pintor especializado en escenas de batallas. En la obra que presentamos en un primer plano, el pintor dispone la figura de Santiago Matamoros sobre un caballo con un magnífico juego de diagonal y escorzo que contrasta las figuras de los musulmanes dispuestos en diagonales opuestas. En un segundo plano, el choque de caballerías participando del movimiento y violencia del campo de batalla. El cielo con el celaje quebrado, amenazante y cargado de presagios de tormenta tan habitual en la producción de March.