BIBLIOGRAFÍA:
 
Rogelio Buendía, J y Ávila, Ana: La intervención de Juan de Villoldo en la provincia de Guadalajara el Retablo de Renera, Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología: BSAA, Tomo 48, 1982, págs. 233-242, lámina IV.
 
Mateo Gómez, Isabel: Dos tablas de Juan de Villoldo y un retablo toledano de su círculo. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología: BSAA, 1984, nº 50, págs.. 416- 421”.
 
Juan de Villoldo (1516-1562), pintor manierista que sigue directamente el estilo de Alonso de Berruguete; ya fue definido por Angulo en Pintura del renacimiento, en Ars Hispanieae, XII, p. 195, como único pintor de estilo conocido de la escuela de Berruguete. Desarrolló la mayor parte de su carrera pictórica en Palencia con probables contactos con Toledo. Colaboró con el escultor Francisco de Giralte. Son pocos los datos biográficos conservados, pero parece que nació en 1516 y firmó su testamento en el año 1562, fecha quizás de su muerte.
 
Esta tabla, hasta ahora conservada en una colección particular, formó parte del segundo cuerpo del retablo mayor de la iglesia parroquial de Renera en la provincia de Guadalajara. (Ver: Archivo de Tomás Camarillo de 1923- 1948, número CAM- 1058, https://cefihgu.es/foto/cam-1058/). Dicho retablo, dispersado en la década de 1936, constaba de un banco con cuatro tablas en grisalla sobre fondo rojizo: Isaías, Jerémias, Ezequiel y Daniel, pintadas por Juan de Villoldo en 1549; una, conservada en una colección particular de París y las otras tres en una colección particular de Barcelona. El resto tablas, sin localizar representaban una Anunciación, un Cristo con la cruz a cuestas camino al Calvario, y un Descendimiento.
 
El abrazo en la puerta dorada de Jerusalén forma parte del ciclo de la Vida de la Virgen y fue empleado para representar la concepción milagrosa de María en el seno de Santa Ana. Se trata de un tema apócrifo narrado en el Protoevangelio de Santiago, en el Pseudo Mateo y en la Leyenda dorada. Sobre un fondo de paisaje el momento del Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la puerta de la casa de los santos según los textos apócrifos y ante la Puerta dorada de Jerusalén según el Pseudo Mateo, rodeados de un grupo de servidoras domésticas y de un pastor. Le acompaña un ángel que sobrevuela y hace el gesto de unir sus cabezas. La posición inestable y el movimiento de las figuras en actitudes forzadas, la desbordante expresividad, el escorzo del cuerpo del ángel casi en fuga, los grandes vuelos en los paños, los contrastes cromáticos y lumínicos, los modelos femeninos de frente estrecha cubierto con raya de medio punto y tocado hacia atrás que deja al descubierto la oreja redondeada, las cejas unidas a una nariz ligeramente aguileña son características propias del estilo de Villoldo.
 
Destacamos la calidad de la figura de San Joaquín y el tratamiento de las barbas y no descartamos la intervención del propio Juan de Villoldo en esta tabla.