Según Isabel Mateos: Entre las composiciones más representativas del Divino Morales, “La Piedad” ocupa un lugar destacado por su intensidad emocional y su profunda carga espiritual, reflejo del sentir religioso del siglo XVI. La popularidad de este motivo llevó al artista a reinterpretarlo en múltiples ocasiones, adaptando la composición según las circunstancias del encargo y, en muchos casos, contando con la colaboración de su taller.

La obra que nos ocupa presenta una disposición de las cabezas de la Virgen y Cristo que remite directamente a la versión conservada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (óleo sobre tabla, 126 x 98 cm, inv. nº 0612), aunque introduce variaciones en la posición de las manos y añade el detalle del paño que cubre parcialmente la mano izquierda de la Virgen. Sin embargo, por su formato reducido y su carácter íntimo, se aproxima más a la pieza del Fondo Cultural Villa Mir (óleo sobre tabla, 43,5 x 31 cm), concebida para la devoción privada.

Estas coincidencias formales sugieren que Morales pudo haber utilizado modelos o plantillas para reproducir ciertos elementos clave de la escena, una práctica habitual en su proceso creativo y en el de su taller, lo que no excluye la intervención de ayudantes en su ejecución.

Cabe destacar que la pintura fue realizada originalmente sobre soporte de madera, aunque en algún momento posterior —sin que se conozca la fecha exacta— fue trasladada a lienzo. 42 x 28, 5 cm